Ser veterinario no es tarea fácil, menos en época de pandemia. El trabajo continúa, mientras que los dineros son más escasos que de costumbre. Mas allá de eso, el Centro de Conservación y Rehabilitación para Fauna Silvestre, Ñacurutú, las ganas de salvar vidas están mas vivas que nunca.
Cristian herrera, doctor y encargado del lugar,asegura que este periodo ha sido más complicado que de costumbre, por varias razones. «Desde la segunda semana de marzo que estoy trabajando absolutamente solo. La directora de clínica, Camila Arenas, no ha estado presente por su embarazo», explica. Pero eso no ha sido todo. Y es que uno podría suponer, siguen llegando aves y animales silvestres con problemas de salud, baleados o con rastros de heridas recibidas por postones.
«Seguimos trabajando a la par con el SAG, como desde un principio. Eso sí, últimamente he notado que las propias personas que encuentran a esto animales son quienes los traen al centro, ellos toman la iniciativa, Hay una buena relación con el público que siempre quiere colaborar» destaca Herrera.
Por otro lado, el apoyo económico ha convertido en un tema. Si bien este lugar es sin fines de lucro, para su corrector funcionamiento se necesita la caridad de los colaboradores. Debido a ello es que constantemente en las redes sociales se ha estado realizando un llamado a donar dinero, el que no sobra en tiempo de pandemia. » Ha bajado un poco el tema de la cooperación económica, pero es comprensible que hoy en día la plata esté más escasa. El principal ingreso que tiene el centro viene de desde las donaciones de las personas, a veces de mil, dos mil o tres mil
pesos, y todo eso se junta. Quizás se han descendido, pero de todas maneras la gente entiende que esto es un bien social», concluye el veterinario.
Los aportes se pueden realizar nen la cuenta vista del Banco Estado: Fundación Ñacurutú, rut 6501790328-9.
(Fuente. Diario «La Estrella» de Concepción)