Camanchaca informó la inversión de nuevas calderas para la generación de energía en sus plantas de proceso en Tomé, Región del Biobío y Rauco en Chiloé para langostinos y choritos, respectivamente, que
incorpora el uso de gas licuado (GLP) como principal combustible. La iniciativa se enmarca en el compromiso de la empresa de ser carbono neutral en sus operaciones, y que en el caso de su filial Salmones tiene como fecha el año 2025.
Como parte de la renovación de los equipos, la Compañía suscribió un acuerdo por cinco años con Lipigas, empresa junto a la cual diseñó una solución energética a la medida que considera equipamiento de alta
tecnología para abastecer de GLP, una energía limpia, eficiente y baja en emisiones. El sistema estará operativo dentro de los próximos 90 días.
Este convenio permitirá a Camanchaca disminuir en casi 6.000 toneladas las emisiones de C02, un equivalente a retirar de circulación casi 1.500 autos o plantar 12.000 árboles en el período de duración de este.
“En Camanchaca, estamos decididos a avanzar hacia la pesca y acuicultura sustentable y sostenible, buscando no solo eficiencia, sino también cuidar nuestro medioambiente, es decir, nuestra casa común. Ello nos hace estar continuamente buscando e innovando para incorporar mejoras en nuestros procesos productivos, que sean bueno para la casa común y bueno para la empresa. Y así ofrecer productos sanos y nutritivos para alimentar al mundo desde el mar”, dijo Ricardo García H., gerente general.
“Lipigas se suma al compromiso de Camanchaca en su camino para ser carbono neutral, y confirmamos nuestro propósito de generar soluciones energéticas eficientes y amigables con el medio ambiente para contribuir a la disminución de la huella de carbono y a operaciones más limpias para nuestros clientes”, dijo el gerente de Grandes Clientes de Lipigas, Esteban Rodríguez.
La renovación de las calderas y la incorporación del GLP como combustible principal de los procesos de Tomé y
Rauco, se suma al reciente acuerdo de suministro eléctrico que incorpora energía de fuentes 100% renovables en todas las operaciones de la Compañía – pesca, salmones y cultivos- y que permitirán reducir en casi 15.000 toneladas anuales las emisiones de CO2 a la atmósfera.
La división Pesca en la Región del Biobío, a su vez, también ha invertido en la optimización de sus procesos en Coronel, adhiriéndose a exigentes estándares y protocolos para el cuidado del medioambiente. Entre ellas, la incorporación del sistema de abatimiento (2016) y la reconversión de energía a gas natural, transformándose en la primera pesquera de esta comuna en operar con este combustible, disminuyendo en un 90% la emisión de material particulado.