Bastante porfiado resultó ser un pequeño pingüino de Humboldt que se ha resistido a volver a su hábitad natural, tras ser tratado en el centro «Ñacurutú» en #Coliumo, de nuestra comuna.

La historia del pingüino comenzó a registrarse a comienzos de noviembre cuando llegó a la playa «El Morro» y quienes disfrutaban de un día de calor dieron aviso a funcionarios de SERNAPESCA. Al revisarlo se constató que no tenía lesiones y se coordinó todo para que fuera devuelto al mar. Estaba debilitado, pero pesaba 3 kilos y medía 50 centímetros.

El primer intento por relocalizarlo se hizo en la playa de Pudá, pero el ejemplar regresó a la orilla.

Para rechequear su condición, se mantuvo internado una semana, hasta que con la ayuda de la Armada se llevó a una pingüinera en las inmediaciones de la isla Quiriquina: » Es un viaje de 20 minutos y pudimos liberarlo exitosamente. Se fue nadando con normalidad», contó Astrid Guerra, encargada del programa de Gestión Ambiental De SERNAPESCA BioBío.

Pero el pingüino volvió nadando hasta la playa de Cocholgüe. Guerra explicó que el riesgo es la impronta o que se acostumbre a ser alimentado por humanos. El tercer intento de liberación se dió en playa Burca. Nadó mas adentro y ahora no ha regresado.

(Fuente: Lun.cl)